viernes, 9 de abril de 2010

Braaaains...

Hace poco conseguí finalmente echar un ojo a I Sell the Dead, una peliculilla producida por Glass Eye Pix (gafapastismo pseudo-gore en su máxima expresión) y escrita y dirigida por un tal Glenn McQuaid (friki de origen irlandés que antaño se dedicaba a la postproducción). El experimento está protagonizado, entre otros, por Meriadoc Brandybuck... digo, Dominic Monaghan y Hellboy... Digo, Ron Perlman.
La cinta, que contra todo pronóstico resulta ser norteamericana, narra en clave de cachondeo las peripecias decimonónicas de dos traficantes de cadáveres británicos que se tropiezan en determinado momento de su carrera con mercancía "especial". Vamos, algo así como Burke y Hare contra La Legión de los Hombres sin Alma.
El experimento está lejos de ser una obra maestra, pero entretiene y arranca unas cuantas sonrisas. Aunque no risas, me temo. Queda a años luz de Shaun of the Dead, por ejemplo, a la que sí considero una obra maestra y la recomendaría a cualquiera, pero supera en varios puntos a la predecible Zombieland, una oda a la falta de imaginación y el chascarrillo fácil, aunque admito que alguna sonrisa también arranca.

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