miércoles, 7 de agosto de 2013

De visionados veraniegos y W.H.O. Doctors

Pues bien, resulta que ayer fui a visionar Guerra Mundial Z y resulta que, por azares del destino, Peter Capaldi (que es el elegido por Moffat y su tropa para representar al nuevo Doctor en la próxima temporada) tiene un papelito secundario como investigador de la OMS – y no digo más para no spoilear a nadie. También resulta que, por azares de la lingüística, las siglas de la O.M.S. en anglosajón son W.H.O. (World Health Organization). Así que estaba yo leyendo con atención los títulos de crédito del film como toda cansina que se precie y veo lo siguiente: “W.H.O. Doctors – Peter Capaldi”… Y claro, tuve que dar grititos y saltitos en el asiento y comentarlo con una risita tan aguda como absurda e impropia de una señora de mi edad y reputación. A esto habría que añadir el vergonzoso momento fangirl tan pronto como Mr. Capaldi apareció en pantalla con su cara de tarado y esos ojos inyectados en sangre (“¡¡Oiiich!! ¡¡Miraaaa!!! ¡¡That doctor is the Doctor!!... Jijijiii”). Hasta yo misma pensé: “Pero cállate, pimpolla”.
Por cierto, el invento me gustó bastante: tiene ritmo, tiene flow, Pitt pone morritos y los bichos llevan un rollo “Marea de Cucarachas Asesinas” que acongoja lo suyo.
Porque me he percatado de que la mayor parte de las veces ese es el motivo de que los no-muertos no te produzcan tanto desasosiego como, por ejemplo, el Wendigo y el Chupacabras… O Cthulhu y Shub-Nigurath… O el Joker y Scarecrow… Es la velocidad. Si corres más rápido que algo, no acojona. Y esto es así de toda la vida (Cthulhu no cuenta porque controla el tiempo y el espacio. Y eso de por sí ya impone bastante).
El caso es que a pesar de la supuesta polémica a mí me gustó. Es entretenida y te tiene al borde del asiento hasta que acaba, y tiene varios Doctores W.H.O. Me gustó bastante más que otras joyitas que he visto a través de la World Wide Web estos días. A saber:

- Oblivion - Entretenida, pero poco imaginativa. Kosinski coge todos los argumentos de moda de hoy y de siempre de la Ciencia Ficción, los baraja un poco, pide mucha pasta, contrata a Jaime Lannister (Estos Lannister son ubícuos. En todas partes, oigan) y hale, ya tiene peli. Gracias a Dios el personaje de Tom Cruise no tiene que mover mucho la cara. Es un tipo duro… O varios.

- John Carter – Sí. He tardado lo suyo, pero como varios asistentes al SyFy festival del año pasado me la pusieron como un caño (y es de Disney)… Pues no me decidía. Al final la he visto y, sorpresa: es de Disney. A saco. Muy Disney. Tan Disney que hasta te dan vergüenza los escotes. Y además es algo lenta, sobrada y cansina. Aunque se puede ver si hace mucho calor y no tienes nada mejor que hacer.

- Los Últimos Días – Dadas mis nefastas inclinaciones a prejuzgar, no me esperaba mucho… A parte de un par de episodios de El Barco no había visto nada de David Pastor. Pero esta cinta está más que potable, la verdad. Tiene un hilo conductor lógico, parte de una premisa original y, a pesar de que cae en el cliché postapocalíptico y en la moñez típica del producto nacional en varias ocasiones, se puede ver hasta el final. Y el final, ya que estamos, tiene miga. Bien visto. Una sorpresa agradable.

Y luego está El Hombre de Acero. La vi en cine. Y salí de la sala pensando: “Sí, es buena. Me gusta”. Pero… pero no es el “Sí” rotundo que te viene a la cabeza con otras producciones. Es un “sí” sesgado. Sabes que hay algo ahí que huele a originalidad, sabes que es una película hecha para que tenga que parecerte buena. Está muy bien acabadita, se han gastado más dinero del que tenemos todos juntos en este país ahora mismo, Hernry Cavill está mejor que Brad Pitt poniendo morritos… Pero hay algo… Algo a lo que puse nombre después: Grandilocuencia. Nolan es brutal. A mí me gusta. Pero todo tiene que tener SIGNIFICADO. Así, en mayúsculas. Todo tiene que ser gris. Pesado. Emocional… Y, seamos sinceros, Spuperman es un personaje demasiado blanco para Nolan. Así que no acaba de funcionar. Es una buena película, pero Nolan podría de una puñetera vez dedicarse a rodar Predicador o Sandman y dejar a personajes de La Liga de la Justicia, que son unos blandos.

Pues nada, ahora a seguir veraneando. Pendientes The Rim, Stark Trek: En la Oscuridad, Elysium… Y a ver si estrenan El Juego de Ender de una puñetera vez (También habrá que ver Los Juegos del Hambre: En Llamas. Qué leches)