jueves, 24 de noviembre de 2011

PLANETARY. La historia secreta del siglo XX en los X primeros ciclos del siglo XXI

Recientemente, luchando contra el desasosiego y el revoltijo de sábanas que crea el insomnio crónico, me ha dado por terminar Planetary. Concretamente me faltaba por leer el nº 27, que tardó tanto en nacer que al final casi olvido su existencia. Porque lo de esta serie ha sido como el parto de la burra...
En 1999 Warren Ellis y John Cassaday publicaron el primer número de Planetary. Una servidora empezó a consumir el producto 2001, y lo que se había publicado hasta la fecha lo engulló en tiempo record, que es lo que le suele pasar a la gente que tiene demasiado tiempo libre: los elementos de ocio no duran lo suficiente. Ese año, repentinamente - o sea, by surprise - se suspendió el invento hasta nuevo aviso y nos dejaron a todos con los huevos azules. Metafóricamente.
Pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco y seis semanas (Y meses... Y años), y en 2004 parece que se retomó el tema. Pero vamos, a ritmo de Warren, que suele ser cuando a él le viene en gana (Hay quienes echan la culpa de las publicaciones irregulares y demás zarandajas a la lentitud de John Cassaday con la tinta, pero vamos, lo cierto es que este señor no ha dado muestra de lentitud alguna en otras series mucho más exigentes con los plazos que esta). Total, que para publicar una serie de 27 números, 10 ciclos terrestres tardaron: 1999-2009. Y no se vayan todavía, entre la publicación del nº 26 y el 27 pasaron otros 3 añitos, con un par.
Dicho esto, Planetary es de lo mejorcito que ha hecho Warren Ellis en su vida (aunque el buque insignia con diferencia es Transmetropolitan). Y es que a mi esto de re-escribir la historia a base de misterios, acertijos y conspiraciones varias me encanta. Si encima añades la aparición estelar de personajes históricos aquí y allá, un multiverso molón y un protagonista inmortal, amnésico, historiador e inteligentísimo que congela cerebros (entre otras cosas), pues tienes un cocktail de oro. Los otros dos miembros del equipo de super-arqueólogos (que no superhéroes) son una señora que mete caña a niveles superlativos y Johnny Mnemnonic en versión hardcore... Un cerebro con capacidad de almacenamiento sideral, quiero decir. 
En cuanto al final, he de admitir que yo pensé que el nº 26 era el carpetazo, porque lo parece. Y el 27 de hecho es más un epílogo que otra cosa... Cierra un tema que se ha venido rumiando desde el principio (Ambrose Chase, concretamente). Es un poco como si JJ Abrahams hubiera hecho un episodio más de Perdidos explicando por qué carajo la cabañita de marras cambiaba de ubicación continuamente, por ejemplo.
Sé que Planetary no es una serie mítica (aunque tiene su buena legión de fans enloquecidos), pero toca tantos temas por los que tengo debilidad que a mí me ha parecido francamente entretenida. La recomendaría a cualquiera que tenga cierto gusto por los vericuetos históricos y los complots interdimensionales para robar reliquias (si, sé que suena extraño, pero sobre el papel resulta).

5 comentarios:

  1. Pues habrá que darse un atracón.....a ver si le cojo el punto como tu...( revoltijo de sabanas....eso no suena a insomnio, pero...).

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  2. Eso depende de cómo lleve cada uno el insomnio. Eso es algo muy personal, oiga... Queda entre el insomne y las sábanas.

    Pues igual te gusta, sí. Ya te digo, que está como a medio camino... Difícil de definir.

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  3. be"Difícil de definir".....el insomnio o el comic...jaja

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  4. Asi estas, tienes mala cara..debe ser reflejo de la mala leche...el espejo el...

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