Entretenida. Aunque en mi opinión la primera entrega estaba mejor llevada.
Es cierto que en esta hay más dinero, más explosiones y más huidas desesperadas en slow motion. Más deleite en el exceso en general. Guy Ritchie se copia a si mismo, pero como lo hace tan bien y se gasta suficiente pasta, casi so se nota... O al menos, no se le da tanta importancia.
Robert Downey Jr repite papel y sobreactúa lo justo, como de costumbre. Jude Law le pone menos ganas y está correcto: anodino en su justa medida… como de costumbre. Jared Harris (Mad Men, Fringe) está bastante desaprovechado, porque a alguien tan acostumbrado a ser un psicópata de libro ante la cámara se le podría haber sacado más jugo. Es un Moriarty demasiado contenido (posiblemente es una contención intencionada, pero suaviza tanto el personaje en comparación el histriónico Holmes que descompensa un poco la química de la rivalidad). El resto de los secundarios - con la gloriosa excepción de Stephen Fry, que convierte en oro todo lo que toca como es habitual - son tan bidimensionales que podrían estar dibujados en papel carbón: sin historia personal ni evolución alguna. Meros medios de un guión en el que no se han drenado mucho las meninges, con supuestos giros sorprendentes que resultan demasiado previsibles y poco imaginativos, especialmente si tenemos en cuenta que Moriarty es, supuestamente, un genio del crimen. Una trama algo manida, aunque ideal para que Holmes y Watson den rienda suelta a su codependencia homoerótica a la menor oportunidad. Otro exceso. Como hembra heterosexual reconozco que mi mente enferma no tiene inconveniente alguno en dar rienda suelta a la imaginación y poner a Robert y Jude juntos en una situación comprometida. O en varias. Pero aunque resulta entretenido que se mencione de pasada esa tensión sexual que en teoría nunca existió, los dobles sentidos se hacen viejos después de los primeros veinte minutos. Y después de cuarenta minutos ya sobran. Lo hemos pillado, se frotan. Vale.
Cierto es que hay momentos bastante destacables. Mycroft Holmes en cueros dando rienda suelta a una misoginia bienintencionada… brillante. Y el enfrentamiento final Holmes/Moriarty es francamente bueno, con los guiños justos al canon para que los fans de Doyle babeen a gusto (ajedrez y cataratas Suizas…)
Se deja ver. Y si es en pantalla gorda mejor, porque tanto alboroto visual en una tele caería en saco roto.
Umhhhh, Robert Downey Jr... ¿Por qué me gustará a mí tanto este muchacho?
ResponderEliminarPues así sin pensarlo mucho... ¿Porque está más bueno que un queso de bola? (Vamos, cómo idea... Aunque igual es porque es un alcohólico muy entrañalble, o algo)
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