miércoles, 16 de febrero de 2011

Generation Kill

Ya puestos con HBO, seguimos con esta miniserie. Generation Kill me parece de lo mejorcito que he visto en este género (el bélico) en bastante tiempo. De hecho, salvando las distancias, me parece lo mejor desde Hermanos de Sangre, que para mi es claramente el pico de la boina. Lo más de lo más. The more of the more.

Partimos de la base de que soy hembra, y como hembra que soy siempre que se me sugiere entretenimiento en clave de guerra mi primera reacción es la suspicacia y cierta caída de párpados que suele significar: "Talking to me???". Pero bueno, una es más blanda que la mierda de pavo y siempre acaba cediendo. Total, que empecé a verla con interés relativo (esto en mi idioma, el bovino, quiere decir que mientras miro la tele de reojo estoy leyendo un cómic y buscando cualquier frikada en Internet. Mi contrario lo llama "dispersión mental". Yo lo llamo "enfoque simultáneo multitarea"). Poco a poco la cosa se empezaba a ponerse interesante, y el resto de operaciones que me traía entre manos fueron perdiendo importancia relativa (me quedé embobada con la tele y con el dedillo colgando sobre la tecla "Av Pág"). Tres episodios y una batería de portátil agotada inútilmente más tarde, estaba enganchada.

El guión de esta serie es cojonudo (con perdón de todos los cojones). La mayor parte del tiempo estás viendo a cuatro tíos metidos en un Hummer del ejército yanki teniendo conversaciones que le parecerían absurdas hasta a Quentin Tarantino. Entre pajas mentales y de las otras (las que se hacen con la mano, digo) hay alguna que otra escena con tiros y explosiones y testosterona en galones y esas cosas típicas de "guerra". Pero esas son las menos, porque lo que muestra esta serie - y supongo que el libro de Evan Wright en el que está basada, aunque no me lo he leído - es que lo que hicieron los Marines-USAs en Irak en 2003 fue básicamente pelar la pava. Se gastaron millones en enviar a unas máquinas de matar mal equipadas al desierto y las utilizaron para el equivalente bélico de barrer la entrada del portal.

Muy recomendable: 9 de 10.

Y en esta también sale Alexander Skarsgard, ladies and gentlemen...

Boardwalk Empire

Las series de HBO por lo general suelen estar curradas, así que cuando sale alguna que toca un tema interesante, suelo darle un tiento a ver si me engancha (hasta lo intenté con True Blood, que lo siento pero no la soporto. Aunque reconozco que está bien hecha... Y sale Alexander Skarsgard en paños menores con bastante frecuencia, que siempre es un plus, o sea, +).
Lo último que estoy viendo de estos payos es Boardwalk Empire. Pensé: "¿Scorsesse, crimen organizado y Leonardo di Caprio? Qué original, oiga, lo nunca visto...". Porque este señor se repite más que el ajo, las cosas como son... Pero bueno, a mi me gusta el ajo. Luego me enteré de que no era Leonardo di Caprio, sino Michael Pitt... Pero que alguien me diga si estos dos no ganarían un concurso internacional de parecidos razonables. Martin, amigo, o declaras públicamente tu amor no fraternal por Leo, o te lo haces mirar; te lo digo desde el cariño.

En cualquier caso, el importante en esta serie no es Michael Pitt, sino el Señor Rosa: Steve Buscemi, que es claramente un semidios (esto significa que no llega a ser Ron Perlman o el Doctor Jackson, pero está por encima de Harvey Keitel y David Hewlett). Y en esta serie se sale -momento "fangirl": como en todo lo que hace-. El resto de caras creo que hacen un trabajo bastante aceptable, pero ninguna destaca entre las demás (no es una crítica. En una serie de este tipo, eso es algo positivo).

Bueno, al lío: para no destripar la serie a quien pueda leer esto - o sea, mi esposo y dos compañeros de curro, que son los únicos que lo leen - sólo diré que cogen a un gerifalte corrupto de Atlantic City en la noche en la que entra en vigor la Ley Seca (un político corrupto. Dónde vamos a llegar. ¡Menos mal que aquí no hay de eso!) y nos cuentan sus tejemanejes hasta... No sé hasta cuándo porque aún no la he visto entera, voy por el capítulo 9. Estos tejemanejes se van haciendo paulatinamente más violentos y "gerifalte corrupto" se plantea cuestiones morales (pocas, muy pocas), porque él no es un gangster, sólo un hijoputa común que prevarica fondos y soborna y esas cosas. A la par nos muestran el panorama "gangsteril" de Chicago (o sea, Al Capone) y Nueva York (O sea, Rothstein y Luciano) porque si no Scorsesse no se quedaría tranquilo.

En resumen, 8,5 sobre 10. Es generoso, pero es que me gusta bastante.

En terminando de escribir esto, me entero de se han llevado los Globos de Oro a mejor actor y mejor serie dramática. Me alegro de que se vayan dando cuenta de que Buscemi es un ser superior. Ya era hora de que vieran la luz.